Les había contado que estuve un poco bajoneada porque los miedos me embargaron de porrazo, bueno, hice varias cosas para sentirme mejor ya que quedarse en cama y quejarse de la sin suerte no era una opción. Si no queremos empeorar nuestra situación actual con algún síntoma de artritis a causa de una mente desobediente e inquieta entonces a ponernos los guantes de box y a empezar a ganar rounds. Esto es lo que hice. Lo primero y más importante, pasar tiempo con mi familia (en la foto es mamá), abrazar su amor incondicional y entregar el mío. Luego pensé en expandirlo un poco más y compré algo bonito para una buena amiga solo por hacerla feliz, imaginarme su sonrisa al recibir el regalo es más que terapéutico. Tercero, conectarme con mi espiritualidad un tanto dejada de lado por esos días. Por último, ir a un concierto (Perota Chingó) de buena vibra no solo en la tarima sino en todo el auditorio por el público tan receptivo, alegre y positivo.
Quise tomarle una foto a cada momento para tener un recuerdo de que tan valioso es cada esfuerzo. Pequeño para algunos, GRANDE para mí.
¿Y tú, qué estás haciendo por ti y cuáles son tus GRANDES esfuerzos?
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