miércoles, 31 de agosto de 2016

El dedo en resorte o dedo gatillo

Es frecuente en mujeres, en personas que presentan cuadros de diabetes y artritis reumatoide, y personas con una edad comprendida entre 40 y 60 años.

Fuente:
* Doctor Martínez Gutiérrez
* Fisioterapia Online



Si el plan A no me funciona, tengo 26 letras más

Y si no funciona sigue intentando, sigue y sigue... y sigue...
Imagen de Jopi.


martes, 30 de agosto de 2016

Abridor de botellas humano

Un buen ejercicio para el corazón es inclinarse para ayudar a otros a levantarse. Una de las dificultades que tenemos como pacientes de artritis es abrir las botellas, potes, empaques, etc. porque hemos perdido fuerza en nuestras manos.
Caricatura Lucy Scott.


La artritis también afecta a los hombres

 La artritis reumatoide no es una enfermedad exclusiva de mujeres.


domingo, 28 de agosto de 2016

Yo tenía un perro negro, su nombre era depresión

"Cada vez que el perro negro aparecía me sentía vacío y la vida parecía detenerse... Podía transformarme en una persona irritable y hacer difícil para los demás el estar cerca mío... El perro negro había por fin logrado secuestrar mi vida. Afortunadamente, ese fue el momento en que busqué ayuda profesional...

... Si estás en dificultades, jamás tengas miedo de pedir ayuda, no hay absolutamente nada de qué avergonzarse, la única vergüenza es perderse en la vida".


"Yo tenía un perro negro" Narrado en español:
https://www.youtube.com/watch?v=9bmDlNCdkBs  




¿Qué es la Resiliencia?

►¿Qué es la Resiliencia?

La resiliencia es la capacidad humana de afrontar situaciones difíciles. Es la habilidad para resurgir de la adversidad, saber adaptarse, sobreponerse, recuperarse e incluso salir fortalecido aprovechando estas circunstancias negativas para fortalecerse a partir de una situación de riesgo y transformarla en éxito individual, social y moral.

►¿Por qué algunas personas logran salir adelante después de haber sufrido situaciones adversas en sus vidas, traumas y amenazas graves contra su salud y su desarrollo mientras que otras quedan seriamente afectadas para el resto de sus vidas?

El cuento Las ranitas, de Mamerto Menapace, ilustra muy bien el comportamiento resiliente.
La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo. Es el convencimiento que tiene un individuo en superar los obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar de que todas las expectativas estén en contra (siguiendo el ejemplo de la fábula, lo podemos ver claramente en la segunda rana) ya que gracias a la perseverancia y confianza puede surgir un comportamiento ejemplar en una situación de incertidumbre con un resultado altamente positivo.
Las personas resilientes, al igual que la segunda rana, superan situaciones adversas. Sin embargo, esto no es así en las personas vulnerables, que, ante las mismas situaciones, no saben cómo enfrentarlas y terminan frustradas y hundidas (como hemos podido comprobar con el comportamiento de la primera rana). Gracias a la resiliencia, las personas logran por lo general, sobreponerse a esos sucesos y adaptarse bien a lo largo del tiempo.

►¿En qué situaciones se pone a prueba esa capacidad de resistencia que caracteriza al ser humano?

Esa capacidad de resistencia que posee un individuo para mantenerse en pié de lucha frente a las adversidades, con grandes dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que le permiten avanzar en contra de la corriente y superarla, se prueba en situaciones de fuerte y prolongado estrés, como por ejemplo el debido a la pérdida inesperada de un ser querido, una enfermedad grave, al maltrato o abuso psíquico o físico, al abuso sexual, al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales, el terrorismo, la pobreza extrema, la pérdida de trabajo, problemas financieros serios. Estos son sucesos que no dejan indiferente a nadie, sino que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional. La resiliencia es un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en estas situaciones de gran adversidad, mediante el cual las personas logran sobreponerse y adaptarse bien a la realidad, saliendo adelante.
►¿Como es el perfil de una persona resiliente?

Una persona resiliente se caracteriza por tener un estilo de pensamiento realista, exacto y flexible.
Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren).
Interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes.
Toman cada circunstancia adversa como un desafío que pone a prueba todas sus potencialidades, haciendo como decía Leopoldo Marechal “hacer de la pena la rosa” y no como una desgracia que le lleva a la popular frase “esto tenía que pasarme a mi”.
Reemplaza el temor a no poder por el reto de pasar airosamente cada prueba.
Es capaz de generar sus propios recursos para salir fortalecido de situaciones que no son tomadas como la fatalidad de un destino sino como un desafío que alecciona y estimula.
Las personas resilientes tienen un común denominador: han desarrollado un alto nivel de confianza en sí mismos y se proyectan hacia adelante para conseguir los objetivos que se han propuesto, porque saben que pueden conseguirlos.
Son constantes y perseveran hasta lograr la meta y se adaptan a la situación difícil buscando proactivamente la salida.

Fuente: Ser Felices. org



jueves, 25 de agosto de 2016

¡Jueves de Fuertes!: Testimonio de Mari Grajeda (Artritis Reumatoide)

Hola, mi nombre es Mari Grajeda, soy de Bolivia y llevo 29 años con Artritis Reumatoide.

Llegó el maravilloso día y ya estaba casada. Una mañana, estando embarazada de mi primera niña, al levantarnos no pude controlar mi cuerpo, por desgracia no pude sostenerme y mi pequeña y yo caímos al piso. Esa vez no supe que tenía AR, pensaba que se trataba de un dolor pasajero. Pero ese no fue el dolor más fuerte que sentí, el dolor profundo que me hizo olvidar todo lo demás fue ver a mi bebe de 6 meses, pequeñita, frágil e indefensa aferrándose a la vida. Tenía que estar de pie pese al dolor de mi articulación, me mantuve a su lado. Con el dolor de mi corazón tuve que verla conectada a cables y sondas, con el pañal hasta el cuello. Oré mucho, le pedí a Dios que me ayude con estos dos dolores. Cumpliendo los 3 meses en la incubadora, después de tanta lucha, le dieron de alta. Ahora es la que me ayuda mucho junto a sus hermanas y siempre están pendientes de mis dolores. Luego mi esposo se fue a trabajar lejos de casa. Pasó el tiempo y llegó mi segunda niña. En esos momentos estaba sola. Debía llevar a mi hija mayor al kinder, pero el dolor era cada vez más intenso, podía sentir como si tuviera enormes pesas en los pies y aún tenía a mi segunda niña en brazos, me era muy difícil poder sostenerla, en varias oportunidades podía escuchar las bocinas de los carros mientras cruzaba la calle. Ese era mi diario vivir. En fin, ya había llegado mi tercera niña y el médico me receta Metotrexato, y como imaginarán no fue positivo para mi organismo puesto que como consecuencia casi dejo huérfanas a mis 3 niñas. Les confieso que me sentí cansada de tanto dolor y quise desistir de todo, pero vi el rostro de mis niñas con lágrimas en los ojos pidiéndome que regrese a casa… en ese momento no tenía lágrimas para llorar. Recibí 4 transfusiones y pedí mucho a Dios que me ayude. Es así que poco a poco pude reaccionar y regresé a casa al lado de mis niñas. Consulté con otro médico y decidimos probar con el veneno de hormigas EPT, el tratamiento duró 15 días, terminando seguí con antiinflamatorios y calmantes para el dolor. Ahora estoy en espera de mi operación para usar prótesis en las rodillas y volver a caminar.


Mi vida no fue fácil ni lo es ahora, la enfermedad es incurable pero aprendí que no obtienes nada si no te sobrepones. Y luchas sacando fuerzas, teniendo paciencia y fe. Todos sentimos dolores y son insoportables, pero es peor el dolor del alma. Sin querer hacemos sufrir a quienes nos rodean. Con fuerza espiritual y voluntad sigamos adelante, primero hay que querernos como somos.

Dios los bendiga y les de fuerzas para seguir.


Tengo un historial de victorias


miércoles, 24 de agosto de 2016

la fe no se compra, la tienes. Sácala.


Si lo hubiese sabido antes

Veía un programa sobre cómo una chica transgénero de 16 años presentaba su libro para niños de 5. Y un muchacho en posición de admirador se acerca a abrazarla y agradecerle porque el libro sería de ayuda para muchos niños que están pensando y sintiendo diferente, cada página sería un abrazo de afirmación, está bien lo que para otros es incorrecto, está bien ser ellos con total libertad. Él termina con una frase que me dejó resonando: "Si lo hubiese sabido antes..."

Lo he pensado mucho, hasta desde mucho antes del programa en mención. ¿Por qué no acepté ayuda? ¿Por qué no traté de ayudarme? Sentirme sola con mi artritis reumatoide desde los 10 años me devastó. Si un libro o un niño con los mismos problemas hubiese llegado a mi vida siendo niña tal vez hubiese sido diferente. Habría despertado antes. Me habría recuperado del aletargamiento más temprano. Pero en 1991 eran otros tiempos, había un desconocimiento supino.

Por más de 20 años estuve construyendo una pared de lástima y quejidos, de dolor e impotencia hasta que en mi punto más lánguido, con los dolores más fuertes que había sentido alguna vez, hice un agujero pequeño para ver de qué me estaba perdiendo... e inmediatamente me enamoré de la vida con todos sus aromas. Fue amor a primera vista. Salí ilesa en mi peor etapa de deterioro... y me gusta recordarlo porque me demostré a mí misma que era fuerte, pero principalmente que tenía fe. Desde ahí me permití ayudarme y conocí a personas con la misma compañera de viaje.

A diferencia de muchos que han sido diagnosticados en su adultez yo no conocí la vida sin enfermedad, no recuerdo mi niñez antes de. Es por eso que llegar finalmente a ver la vida con los ojos con los que debí mirarla sin que la artritis sea una maldición me emociona, me produce satisfacción y alegría. Voy 7 años en avance lento y progresivo y cada día ese brillo lo siento más intenso, con más cosquillas en el estómago. Puedo sentarme con la calma que te da estar haciendo las cosas bien por ti mismo, es una sensación indescriptible. Disfrutar la dicha de estar viva agudizando mis sensaciones es la bienvenida a un retiro curativo.

Arrepentirme de algo no cabría en mi proceso sino estaría invalidando mi presente. Ahora yo estaría en otro lugar respirando dolor y no existiría esta página que tanto quiero. Así de simple. Absolutamente todo lo que pasé me trajo hasta aquí, fue un aprendizaje constante. No estaba lista para ver la vida sin angustia, llegó en el momento que tenía que llegar, muchos años después. Si me preguntan ¿Y si lo hubieses sabido antes? No, este es "mi momento". Estoy donde quiero estar.


¿Por qué no consumir carne roja?

¿Por qué no consumir carne roja? El ácido úrico es una sustancia que se produce en nuestro organismo tras degradar compuestos de la sangre como son el ADN y el ARN. Éstos están compuestos por purinas que tras metabolizarse dan origen a ácido úrico, y este compuesto elevado en sangre puede condicionar la salud.
En un día el ser humano puede producir aproximadamente 500 mg de ácido úrico, pero el 80% se excreta por orina. En sangre los valores normales de esta sustancia son entre 4 y 6,5 mg/dl pero concentraciones mayores pueden dar origen a eliminación de ácido úrico por orina y a precipitación de ácido úrico en las articulaciones, lo cual puede provocar inflamación de las mismas y la clásica enfermedad llamada gota o artritis.
De allí que prevenir su exceso en el organismo es fundamental para cuidar la salud del mismo y prevenir enfermedades, por eso es necesario saber de dónde proviene el ácido úrico y en qué alimentos podemos encontrar ayuda.


viernes, 19 de agosto de 2016

No hay vidas complicadas, solo personas que se complican la vida

Para los que tenemos muchos dolores en las manos, para los que ya perdimos la fuerza o para los que tenemos deformidades, usar el cuchillo se vuelve un reto bastante difícil. En este caso es mejor tomar una decisión sencilla: no pedir un ingrediente que necesite ser cortado, conseguir que alguien te lo corte o comer con la mano. Para qué complicarnos más la vida.


¿Quieres saber cómo se siente el Dolor Crónico en simples palabras?


Las personas asumen que no estás enfermo a menos que

No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente, porque creen que las imágenes exteriores son la realidad.


jueves, 18 de agosto de 2016

¡Jueves de Fuertes!: Aaron Alfaro Llanque (Poliartritis Crónica Juvenil y Artrosis de Cadera)

Hola, mi nombre es Aaron Alfaro, tengo 23 años y soy de Lima, Perú. Tengo 2 enfermedades: Poliartritis Crónica Juvenil y Artrosis de Cadera.

Para ser exactos, 4 días antes de que acabe el 2015 amanecí con un pequeño dolor y ardor en la muñeca izquierda, mientras fueron pasando los días el dolor se fue intensificando y además sentía una inflamación constante, yo no le tomaba importancia, pensaba que me iba a pasar. Empezó el 2016 y ya no tenía movilidad en la mano, tenía un dolor intenso en la cadera, en la espalda, en la rodilla y en los tobillos, ¡imagínense dormir con todos esos dolores! Mi padre José, quien se preocupa mucho por mí, me llevó a un médico y le explicó todos los dolores que tenía. Me manda a hacer 3 pruebas de análisis de sangre y uno de ellos sale positivo, el PCR (Proteína C Reactiva). Por sugerencia del doctor me dice que debo ir a un reumatólogo y me diagnostican Poliartritis Crónica Juvenil. Cuando me dio la noticia no le hice caso, pensé que era una simple gripe que con pastillas iba a pasar, pero estaba totalmente equivocado. Luego empecé a tomar muchas pastillas diarias, cada vez me sentía peor. Me infiltraron la muñeca porque el dolor era intenso y andaba en cama todo el día pensando que ya sanaría.

Llegó el mes de mayo, 30 días que nunca olvidaré. Estaba mal, mis dolores cada vez eran más y empecé a averiguar sobre la artritis y tomé conciencia de lo que realmente tenía, me deprimí mucho al saber que tenía algo sin cura alguna. Tuve otra cita con mi reumatólogo y decidí preguntarle si haría mi vida como antes y me dijo que no, que la artritis no tenía cura pero que sí tenía tratamiento, luego de eso no saben lo pésimo que me sentí. Llegué a casa, me eché en la cama y empecé a llorar, no podía creer lo que tenía, renegué de Dios. Solo me podía levantar para ir al baño y comer, para mí era una desgracia mi vida, lo peor de todo es que ya nunca más iba a jugar, eso era lo que más me dolía, jugar fútbol es lo que más amaba en la vida. Todas las mañanas lloraba con mucha rabia, llegué a pensar en matarme, acabar con mi vida porque sentía que ya no valía nada. Ningún amigo me fue a visitar y algo que comprendí de lo que me decía mi madre fue que solo los amigos están para la borrachera. Después terminé con mi novia y sentí que el mundo se terminaba para mí, se me complicó todo, no solo sufría yo, también lo sufrían mis padres, verlos llorar me destrozaba el alma. El mes de mayo del 2016, nunca olvidaré que gracias a mi enfermedad conocí gente muy buena en un grupo de Facebook que también tienen AR. Y solo nosotros nos comprendemos, gracias a ellos tome el valor de seguir con mi vida, gracias a sus palabras de aliento tomé conciencia de que puedo vivir pero con ciertas restricciones, y mi lucha sigue. También debo agradecer a mi reumatólogo el Dr. Villanueva, gracias a él me siento muy bien con poco dolor en mis articulaciones. No se rindan, compañeros, una de las etapas de la enfermedad es la aceptación, yo lo hice, amigos, y ahora me siento muy bien, sufrí mucho al comienzo pero logré superarme y seguir con mi vida y luchar por mis sueños.

Abrazo de algodón a todos.

Y para ti Francis, muchas gracias por la medicina po
rque sé que el mundo no está perdido aún por gente como tú.


A veces no te das cuenta de tus propias fortalezas hasta que

¿Cuál fue esa debilidad que te empujó a sacar fuerzas?

Ya viene el testimonio de "Jueves de fuertes". Hoy le damos la bienvenida a un joven que se enfrentó a un enemigo que no solo lo inmovilizó sino también tuvo que ver cómo sus sueños se iban desprendiendo poco a poco.


La actitud de hoy

Si hoy vas a salir o quedarte en casa, igual vístete y ponte bonita/guapo.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Esas noticias sorpresa que te doblan

De pronto cae a tu vida como un costal pesado desde el cielo una noticia (sin ninguna relación con la artritis) y va a parar justo sobre los hombros como si uno no estuviera cargando ya sus costalillos y trabajando para aligerar la carga. El golpe que se siente cuando haces contacto es doloroso, te perturba. ¿Cuál es tu primera respuesta? Abrirle la puerta al dolor. Pero no es un asunto de abrirle la puerta porque lo deseas, hablo del instante del golpe.

Luego piensas, estás consciente de que no va a generar ningún beneficio a tu cuerpo. Entras en una especie de comunicación con él, pero antes has tratado de llegar a un acuerdo. Permítete sentir aunque sea por un momento, pero solo un momento, o de lo contrario ese sentimiento se convierte en amargura dentro de tu organismo envenenándolo todo. Puedes renegar, puedes llorar o desahogarte contándoselo a alguien.

Ahí es cuando decides dejarlo ir, más temprano que tarde. Tu cuerpo merece ser tratado con amor y con esto digo que nosotros que padecemos una enfermedad autoinmune no podemos darnos el lujo de dejarnos sostener y arrastrar por la tristeza (estrés). Lo pondré en palabras sencillas: si le das libertad al estrés tus defensas bajan y como ellas andan descontroladas puede generar incontables enfermedades.

¿Por qué decido tocar este tema hoy? Porque hace unos días tuve que enfrentar una noticia que podría haberme llevado a la cama para volverme mejor amiga de ella. Porque después de muchos años soy consciente de las consecuencias que eso generaría. Porque hace un tiempito atrás después de dos situaciones de estrés muy fuerte derivó a más complicaciones con mi salud. Porque trabajo todos los días para crecer interiormente y el estrés no me agarre desprevenida.

Sin mentirles, me tomó un día concertar. Al siguiente día tomé algunas decisiones determinantes, eché los problemas atrás, me despedí y le deseé buen viaje. Desde ese día hasta hoy me siento como nueva otra vez.


El don de la paciencia

Imagen de Aldo Tonelli.


¿Quieres saber por qué me muevo con lentitud?

Ten en cuenta que realizar movimientos rápidos puede provocarme dolores y si tengo sacudidas bruscas o exageradas puedo dañar mis articulaciones.
Tu rapidez es distinta a la mía.


martes, 16 de agosto de 2016

No juzgues mis logros sin saber de mis sacrificios

Mis grandes logros no se ajustan a las dimensiones de tus logros.


Nadie conoce las goteras de una casa hasta que no vive adentro


Miedo al dolor

Es interesante observar cómo el miedo al dolor intensifica su intensidad, lo magnifica. Este miedo al dolor se materializa en miedo al movimiento, a hacer cosas solo, a efectuar desplazamientos o salidas, en resumen, miedo a la realización independiente de actividades que el paciente tiende a evitar. Este miedo generalizado no solo convierte al paciente en más dependiente de lo que el dolor exigiría sino que aumenta su intensidad, creando un efecto de confirmación del propio miedo y de su incapacidad.

El proceso sería el siguiente:
1. El paciente tiene dolor.
2. El paciente siente miedo al dolor y miedo de realizar sus actividades a causa del dolor.
3. El paciente se convierte en dependiente de los demás.
4. Su entorno confirma esa dependencia y necesidad de inactividad al responder a sus demandas, con lo que el paciente se siente impotente y afianza su miedo.
5. A medida que son mayores el miedo y la inactividad, el dolor se va percibiendo progresivamente más intenso e incapacitante.
6. La mayor intensidad del dolor provoca un aumento de miedo.
7. El aumento del miedo incrementa la dependencia que el entorno
refuerza.
8. A mayor dependencia, más aumento del dolor.

Y así seguiría cada vez el círculo. De esta manera se observa cómo algunos pacientes, en los que no se ha producido un empeoramiento médico que justifique un aumento del dolor, presentan mayor incapacidad y mayor intensidad del dolor después de unos meses de su aparición, sin causa aparente. Por ello podemos concluir que el miedo al dolor es un factor identificado de mal pronóstico y de cronificación de aquel. En cambio, afrontar el dolor sin exagerarlo contribuirá a la recuperación o a la adaptación del individuo a una vida activa con dolor.


lunes, 15 de agosto de 2016

Poco a poco


No soy mi cuerpo aparente

Soy muchas capaz, pero exactamente soy un ser humano con un sistema que no trabaja bien. Soy como tú en muchos aspectos, pero me cuesta el doble que tú hacer actividades diarias, otras veces el triple. Soy adulto mayor, soy adulto, soy joven, soy adolescente, soy niño, tengo 3 años... tengo dolor crónico, tengo dolor físico, y también duele el alma. El dolor me apaga la sonrisa y la vida me la vuelve a dibujar.
Entérate, no juzgues a las personas por su apariencia.


viernes, 12 de agosto de 2016

Marcha Nacional Ni una menos Perú

Quisiera hacer un punto y aparte con el tema puntual de esta página, la artritis, para hacer público que en Perú se está realizando una campaña poderosa en contra de la violencia a la mujer.

Basta de agresiones verbales, golpes salvajes y muertes cruentas de mujeres y niñas.
Si estás en Lima, acude a la marcha con tu familia y amigos y haz sentir tu voz de protesta.
Marcha Nacional: Mañana, sábado 13 de agosto a las 3 pm. en en Campo de Marte.

*Abajo les dejo la ruta del recorrido.


Ruta del recorrido.


No me exijas tanto.

Imagen de RÍA.


¿Cómo te sientes hoy?


jueves, 11 de agosto de 2016

Crónicamente fabulosa

Caricatura de IlustrAna.


¡Jueves de Fuertes!: Testimonio de Rosita Correa de Chile (Artritis Reumatoide Seropositiva)

Me dieron el gran honor de contar parte de mi vida. Vivo en Linares, Chile y próximamente cumpliré 30 años, una edad donde muchos ya están consolidados ya sea profesional como personalmente.

Desde pequeña sufría de dolores articulares, con el frío el dolor era intenso pero como no comprendía bien lo que sucedía, me daban analgésicos, férulas en mis manos y harto calor. Al pasar los años duraban más los dolores y tuve que dejar muchas pasiones como el basketball y tocar guitarra; aún no tenía nombre mi pasar.

Siendo mayor trabajaba de cajera y estudiaba de noche y ya mis manos pedían a gritos atención, los traumatólogos decían que era tendinitis así que me la pasaba con yeso, pero cada vez era peor. Hasta que finalmente uno de ellos me sugiere que asista a un reumatólogo.

A los 24 años, ya tenía nombre mi pasar, Artritis Reumatoide Seropositiva. Yo y mi entorno siempre asoció la Artritis con los adultos mayores. Tenía tantos sueños y proyecciones de vida que fueron truncados bruscamente. No sabía nada de la AR hasta que llegué a casa y busqué por internet información. Lo primero que uno ve son las manos con nódulos y lee que es una enfermedad progresiva y sin cura. Fue difícil asimilarlo, muchas personas se fueron de mi lado, asustados, cansados de mis crisis de angustia y los continuos brotes de dolor. Mi familia, siempre firme… Fue difícil, pero logré empezar a aceptarla como parte de mi vida.

Hace más de un año iba con tres personas en auto y sufrí un accidente, si bien una de ellas estuvo muy mal, yo saqué la peor parte. Me fracturé ambos fémures, la tibia izquierda y el brazo izquierdo. Me colocaron tutores externos (fijadores) al inicio para alinear los huesos y después una seguidilla de operaciones para reemplazar la médula ósea por clavos de titanio, tornillos y placa. Volví a nacer, estuve cerca de 4 meses postrada, aprendí a mover toda articulación hasta que logré pararme y ahora camino a lo robot con andador, jajaja. Pero mi amiga AR ha complicado todo avance, hay riesgo de volver a operarme y retroceder lo avanzado, pero pase lo que pase, hay que seguir adelante.

Antes de mi accidente tenía muchos sueños, me estaba preparando para estudiar lo que más anhelaba (Psicología, y eso que soy contadora jaja), trabajaba en lo que estudié y hasta dictaba clases, y en un abrir y cerrar ojos todo cambió y tuve que volver a empezar y con muchas menos personas a mi lado.

Es muy difícil sufrir lesiones graves teniendo AR, si el accidente lo hubiese tenido una persona "normal", no habría tenido mayor complicación. Pero, hay que ver el vaso medio lleno porque la riqueza en enseñanza de vida es invaluable. Encontré la felicidad en lo cotidiano, el valor de la vida y de lograr de a poco la independencia. Mi familia está siempre apoyándome y dándome fuerzas sobre todo cuando se juntan los dolores de la AR y el de mis piernas biónicas como les digo cariñosamente.

No sacamos nada con preguntarnos ¿Porque nos sucedió esto? Hay que preguntarse aunque cueste, ¿para qué sucedió esto?

La AR no debe ser un impedimento para lograr ser personas felices.

Puede que nuestros días sean oscuros y temerosos, pero tarde o temprano saldrá el Sol.

Es una lucha constante entre nuestra mente, corazón, cuerpo y alma. Queremos hacer más, pero nuestro cuerpo no responde. Queremos ser optimistas siempre, pero el dolor nubla toda oportunidad. Pero me he dado cuenta que a pesar de todo lo que pase, podemos ser felices y somos privilegiados por ver la vida desde el suave calor de nuestra lucha diaria ya que cada día, es una nueva batalla y es un nuevo gran triunfo.

La foto es muy simbólica para mí, refleja la primera vez que logré pararme después del accidente y fue junto a mi familia.

Un gran y cariñoso abrazo de algodón para todos ustedes.

Rosita Correa Ponce.


Hoy empieza ¡Jueves de Fuertes!

Les cuento que desde hoy se abre una nueva sección dedicado a testimonios de fuertes y con esto quiero decir, personas que ante la dificultad de vivir con artritis han aprendido y siguen aprendiendo a luchar y enfrentarse con buena cara a los obstáculos que trae nuestra condición. ¿Cuál es el común denominador de estos testimonios? El buen ánimo a pesar de las adversidades. Porque reír no significa querer desconocer los dolores, tal vez olvidarlo un ratito; tener un enfoque positivo no significa no ser conciente de los efectos secundarios que provocan los medicamentos; coraje no significa haber dejado de llorar, más bien hacerlo y seguir sonriendo con más ganas. De esto se trata, de hombres y mujeres fuertes que se dan la oportunidad merecida de vivir con la valentía abrazada a la tranquilidad, con la oportuna felicidad, sin que nada se los prohíba; menos la artritis.

De antemano, mi profunda admiración por cada testimonio brindado.

Dentro de poco empezamos con el primer testimonio. Una guerrera de decisión inquebrantable pese al infortunio arrojado a los pies.