jueves, 18 de agosto de 2016

¡Jueves de Fuertes!: Aaron Alfaro Llanque (Poliartritis Crónica Juvenil y Artrosis de Cadera)

Hola, mi nombre es Aaron Alfaro, tengo 23 años y soy de Lima, Perú. Tengo 2 enfermedades: Poliartritis Crónica Juvenil y Artrosis de Cadera.

Para ser exactos, 4 días antes de que acabe el 2015 amanecí con un pequeño dolor y ardor en la muñeca izquierda, mientras fueron pasando los días el dolor se fue intensificando y además sentía una inflamación constante, yo no le tomaba importancia, pensaba que me iba a pasar. Empezó el 2016 y ya no tenía movilidad en la mano, tenía un dolor intenso en la cadera, en la espalda, en la rodilla y en los tobillos, ¡imagínense dormir con todos esos dolores! Mi padre José, quien se preocupa mucho por mí, me llevó a un médico y le explicó todos los dolores que tenía. Me manda a hacer 3 pruebas de análisis de sangre y uno de ellos sale positivo, el PCR (Proteína C Reactiva). Por sugerencia del doctor me dice que debo ir a un reumatólogo y me diagnostican Poliartritis Crónica Juvenil. Cuando me dio la noticia no le hice caso, pensé que era una simple gripe que con pastillas iba a pasar, pero estaba totalmente equivocado. Luego empecé a tomar muchas pastillas diarias, cada vez me sentía peor. Me infiltraron la muñeca porque el dolor era intenso y andaba en cama todo el día pensando que ya sanaría.

Llegó el mes de mayo, 30 días que nunca olvidaré. Estaba mal, mis dolores cada vez eran más y empecé a averiguar sobre la artritis y tomé conciencia de lo que realmente tenía, me deprimí mucho al saber que tenía algo sin cura alguna. Tuve otra cita con mi reumatólogo y decidí preguntarle si haría mi vida como antes y me dijo que no, que la artritis no tenía cura pero que sí tenía tratamiento, luego de eso no saben lo pésimo que me sentí. Llegué a casa, me eché en la cama y empecé a llorar, no podía creer lo que tenía, renegué de Dios. Solo me podía levantar para ir al baño y comer, para mí era una desgracia mi vida, lo peor de todo es que ya nunca más iba a jugar, eso era lo que más me dolía, jugar fútbol es lo que más amaba en la vida. Todas las mañanas lloraba con mucha rabia, llegué a pensar en matarme, acabar con mi vida porque sentía que ya no valía nada. Ningún amigo me fue a visitar y algo que comprendí de lo que me decía mi madre fue que solo los amigos están para la borrachera. Después terminé con mi novia y sentí que el mundo se terminaba para mí, se me complicó todo, no solo sufría yo, también lo sufrían mis padres, verlos llorar me destrozaba el alma. El mes de mayo del 2016, nunca olvidaré que gracias a mi enfermedad conocí gente muy buena en un grupo de Facebook que también tienen AR. Y solo nosotros nos comprendemos, gracias a ellos tome el valor de seguir con mi vida, gracias a sus palabras de aliento tomé conciencia de que puedo vivir pero con ciertas restricciones, y mi lucha sigue. También debo agradecer a mi reumatólogo el Dr. Villanueva, gracias a él me siento muy bien con poco dolor en mis articulaciones. No se rindan, compañeros, una de las etapas de la enfermedad es la aceptación, yo lo hice, amigos, y ahora me siento muy bien, sufrí mucho al comienzo pero logré superarme y seguir con mi vida y luchar por mis sueños.

Abrazo de algodón a todos.

Y para ti Francis, muchas gracias por la medicina po
rque sé que el mundo no está perdido aún por gente como tú.


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