La sal de mesa es el segundo veneno blanco que voy dejando. Hace un tiempito le estaba echando el ojo y al fin la tengo, la reina de la casa de ahora en adelante será La Sal de Maras (sal rosada). Esta es obtenida de la evaporación natural de un río salado en pleno corazón del Valle Sagrado de los Incas en Cusco, Perú. Me encanta mucho la idea de conectarme con la tierra y qué mejor que con un lugar sagrado. No está de más tomar en cuenta que a diferencia de la sal de mesa que solo contiene 2 elementos (cloro y sodio) la sal rosada tiene 84 elementos en baja concentración y perfecta cristalización que facilita que nuestro organismo lo metabolise con facilidad y pueda eliminar los metales pesados de nuestro cuerpo. Ah, eso sí, se sugiere agregar la sal rosada al final de la preparación ya que a altas temperaturas pierde sus propiedades... ¿A ver, hoy qué me preparo?...
Emoticón grin
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