viernes, 24 de junio de 2016

PERSONAS QUE NO SANAN: Beneficios ocultos de estar enfermo

Aunque parezca raro, en el fondo para algunas personas “La sanación es muy poco atractiva”.

Muchas veces inconscientemente pueden existir beneficios ocultos a estar enfermo. Un beneficio oculto es la parte “positiva” que obtiene la persona por mantener su condición actual, por ejemplo: tener la atención de su familia, no hacer frente a otra situación que la persona juzga peor, que se mitigue su culpa por errores cometidos en el pasado, miedo a asumir otras responsabilidades, miedo a crecer, etc

Los impedimentos para la sanación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.

La sanación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó. Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no culpar a otros por las heridas que causaron. Tiene más que ver con “liberarnos de la percepción de víctima”.

Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.

Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros. Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.

Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones. El cambio puede ser aterrador.

Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia.

El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.

La sanación requiere acción. Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado, genera cambios saludables en el físico, mantener una higiene energética, realizar prácticas como la meditación, la introspección, etc .

Soltar el pasado, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son acciones que sostienen la energía del cuerpo. Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética están inextricablemente unidas.

Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.

El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo
momento, puesto que todo, absolutamente todo lo que nos toca vivir es parte de nuestro aprendizaje como almas viajeras en esta tierra.
Necesitamos aprender a fluir, sin oponer resistencias a lo que nuestra alma nos pide, ser el amor en acción.

El Amor del que hablamos es el amor incondicional, que primero debemos conseguir despertarlo hacia nosotros mismos, aceptándonos tal y como somos, sin emitir juicios, ni guardando remordimientos, ni culpas por lo que hicimos o dejamos de hacer, puesto que desde una perspectiva espiritual, todo es perfecto porque ayuda a nuestra alma a evolucionar, y cada quien evoluciona a su propio ritmo, por lo tanto no hay lugar para las comparaciones, ni para la competencia.

Podemos pasarnos de una práctica espiritual a otra, pero mientras no consigamos despertar el amor incondicional por uno mismo, siempre habrá un grado de desconexión con la Fuente Divina.
El maestro Jesús dice que uno de los mandamientos más importantes es "Ama a tu prójimo como a ti mismo", pero es muy difícil cumplirlo, puesto que la mayoría de personas no se aman ni a ellas mismas... entonces cómo podrían amar a su prójimo?"

Fuente: Celléstica.





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